jueves, 29 de julio de 2010

pd

escribió una carta extensa, enorme, enreversada.
le contaba su viaje a asia y su nueva afición por la arquitectura.
le hablaba de huracanes, de hipopótamos enormes y de halos de luz que salían de hipnóticas hortensias.
después, sólo después de narrarle los caminos sinuosos y solemnes, sólo tras contarle como fue su manso mirar del magnífico mapa del mundo, se atrevió a preguntarle, en una pequeña postdata, como estás.

11 comentarios:

  1. Zahara, ¿para cuándo tu primer libro?
    Lo estamos esperando.

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  2. los giramundos siempre me han dado astigmatismo... ¿acaso no saben que el ombligo se mira desde dentro? Happy verde to me. ^^

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  3. Siempre será un placer bailar con vos...

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  4. ¿Es casualidad el uso de algunas iniciales que has hecho?

    Eres (tan) genial

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  5. Tienes esa loable virtud de expresar con 3 frases lo que la mayoría precisaría hacer con 50... y de llegar al otro lado, traspasando la cuarta pared. Si lo llamamos "Era de la Comunicación" es por personas como tú. Y con el añadido de que siempre nos sueles dejar al criterio de los puntos suspensivos... Schhh!! Silencio: Se te aplaude!

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  6. Jum... conozco a alguien así. Egoísta y egocéntrico.

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  7. a todos aquellos que se creen el ombligo del mundo les daba yo unas clasecitas de modestia... ais.

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  8. Será que yo soy un inocente de la vida... a mi no me transmitío egocentrismo, sino timidez a la hora de preguntarle lo que realmente le importaba...

    "PD: como estas?"

    A veces las post datas son más importantes de lo que parecen ser. :)

    PD: Zahara... te escuche en myspace hace ya tiempo y ahora doy con tu blog por casualidad, ambas cosas me gustan de tí (música y blog). De otro músico que utiliza su blog para expresar su interior ;) Saludos.

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  9. Me encanta tu nuevo blog, hace tiempo que no me pasaba.
    Y el texto también :)
    Besos <3

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  10. Porque siempre nos empeñamos en hablar de los supérfluo, de aquello que en realidad no nos interesa saber, pero que nos ayuda a entrar en calor a coger el ritmo para al final empezar a hablar de lo que realmente nos conmueve, lo que hace que nos sonrojemos (incluso sin que la otra persona esté delante). ¿Por qué nos resulta tan complicado hablar de lo que realmente nos estremece?
    Para esas cosas siempre están las posdatas.

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