como si fuera el último día en la tierra y ella en la otra punta del planeta pensando donde estarías cuando tenías su edad
así, entre galletas con forma de calaveras y el humo de todos los cigarros del mundo te debatías en un duelo a muerte por su vida y por la tuya
sabiendo de antemano que estabas a punto de estrellarte sin paracaídas
y que dolería más que nunca
merecía la pena verla un segundo
y agonizar el resto de los días que quedaban a oscuras
su mano, su pelo suave, su olor camuflado en otros olores
era algo parecido a la magia
que se desvanecía lentamente entre sus piernas que ya no quemaban, calmadas andaban en otra dirección, al baño con otra mano entre su mano y otras voces en sus pensamientos
y tú querías ser el que estaba en su cabeza
y tú eras quien luchaba por sacarla de la tuya
Qué... todo
ResponderEliminarNo tengo palabras chica fabulosa. No tengo palabras.
ResponderEliminaruf
ResponderEliminartus palabras lloran, pero no llegan todavía ser poesía.
ResponderEliminarde los textos
ResponderEliminarque dejan boquiabierto