viernes, 27 de agosto de 2010

#46

- las frecuencias de su vida?
- no, de subida.
- oh.
estaban hablando de envío de señales a satélites.

martes, 24 de agosto de 2010

empecé a verlo todo en blanco y negro.
los blancos quemados y los negros intensos
apenas había grises en mi forma de mirar
los desenfoques se fueron haciendo cada vez más constantes.
definiciones en el centro
degradados en las esquinas
toda mi vida a través del objetivo de mi cámara de fotos.

#45

estoy en mi mejor momento.
no tengo otro.

domingo, 15 de agosto de 2010

fotografías de verano 5.

la cola llegaba hasta el siguiente mostrador.
esto no debería ser legal.
Los viajeros se agolpaban unos detrás de otros esperando a que el avión saliese. Colas de horas de pie. así no se podía viajar con dignidad, así que mientras esperabas, en la ley del más fuerte por encontrar el mejor asiento en el avión, tú te sentaste en el suelo a leer.

martes, 10 de agosto de 2010

fotografías de verano 4.

todas las noches me daban las cuatro de la mañana leyendo.
así, no había quién se despertara a una hora decente y el café siempre venía a la una de la tarde.

Los mosquitos habían hecho lo que querían con mi cuerpo y ahora parecía más un colador que una persona. De hecho, tenía un agujero en el tobillo. Era realmente repugnante.

Aquella mañana tenía mil millones de cosas que hacer, a pesar de ser finales de agosto y todavía no haber empezado la actividad general. Pero yo tenía que ir a saber la noticia más importante de mi vida. Tenía que ir a recoger el papel que diría qué era de mi.
Pero ahí seguía, mirando mi café espumoso, perezosa y tranquila, alargando la espera, cómo si supiese la respuesta.

lunes, 9 de agosto de 2010

fotografías de verano 3.

quedabas a las seis de la tarde en la plaza del centro. Había cambiado tantas veces de nombre que no sabíais cómo llamarla, aún así siempre sabíais que era ahí y que era a las seis.
Ella aparecía naranja y sonriente, casi siempre y tu melena corta y tú, por el otro lado de la calle.
las horas pasaban calurosas, pero no importaba.
os veíais cada tarde de ese agosto pero aún así siempre teníais algo distinto que contaros.
sacábais vuestras cincuenta pesetas, comprabáis un helado de veinticinco (tú de vainilla, ella de chocolate) y os lo tomábais mirando la gente.
Luego venían las pipas, y aparecía teresa, más tarde, delgada y siempre bronceada, con sus piernas finas de gimnasta.
a las diez volvíais a casa a cenar, con el estómago lleno de porquería y la cabeza llena de pájaros.

domingo, 8 de agosto de 2010

satanás

ahora lo sé.
era yo.
como si en una mala noche, fruto de un cúmulo de malas acciones el diablo hubiese venido a colocarse dentro de mi cuerpo, a materializarse en mi y así dar rienda suelta a sus perversiones.

así fue como yo, una vez, fui satanás.

sábado, 7 de agosto de 2010

fotografías de verano 2.

despertó de la siesta, empapada.
no sabía que hora era pero, la luz estaba desapareciendo lentamente en la ventana y el ruido de los coches se hacía más frenético.
tocó el hueco en su cama y se abrazó a la almohada en ese estado de duermevela placentero, incapaz de volver a la realidad.
miró la pantalla del móvil y se encontró cinco mensajes de amor.
Todos bellos y buenos.
Recordó esa sensación de sentirse amada y volvió a meter la cabeza dentro de sus sueños, hasta el día siguiente.

viernes, 6 de agosto de 2010

fotografías de verano 1.

ese fue el verano que te pasaste tumbado en la cama viendo las aspas del ventilador de los años 30.
lo más viejo de toda tu familia, lo único que quedaba.

fumabas cigarrillos sin parar. decías siempre, este y ya, pero siempre había otro. y luego otro.
bebías café. No lo recuerdas?
ese sofá donde por las mañanas hacías el amor estaba ahora desierto y todo tu cuerpo lleno de restos de vidas que te estabas perdiendo, dejando pasar el tiempo, irrecuperable y etéreo.

domingo, 1 de agosto de 2010

très bien

a veces pienso en que es distinto del resto
ésto, que no se parece a nada
tú no te pareces a nadie
a veces me recuerdas a gente que conozco, tienes gestos de rostros que he amado
pero el tuyo es sereno
impredecible y amargo