lunes, 25 de enero de 2010

#29

- cuando nos conocimos no te vi reír tanto en la vida
- pero si sólo nos vimos esa vez
- pues eso.

sábado, 23 de enero de 2010

quédate tu casa

la portada del último disco de tu grupo favorito te devolvió a su casa. Tenía un cuadro homenaje a esa portada y al volverla a ver por casualidad recordaste la vida que tenías ante tí.
su casa bonita, limpia, tranquila, cara.
el sexo relajado, inseguro, sincero
las conversaciones y las drogas duras
esa era la vida que te estaban ofreciendo y que tú podrías vivir si quisieras.

hubiese sido tan fácil cambiarlo todo por esa vida perfecta y fácil... pero tu tenías otros planes en mente y aunque cualquier chica de tu edad no hubiese dudado en aceptar esa oferta de dinero, fama y deseo, tú ya habías elegido la vida que querías para ti, en la que sin tener muy claro lo que tendrías, no incluía esa casa, con su fuente en la entrada, su techo alto, sus habitaciones snobs, su cocina chic con su sal maldon, sus tres tipos de aceites y su rincón para licores de alta graduación.

miércoles, 20 de enero de 2010

antes de leer

el libro llevaba en esa estantería un año y cuatro meses justos
alguien debió dejárselo y nunca le llamó la atención abrirlo, hasta hace dos días, cuando harta de investigar en su tesis doctoral decidió leerlo, por casualidad.
la autora no era de sus favoritas, no es que escribiera mal, es que ya se la conocía. sus libros habían protagonizado sus tardes adolescentes cuando se sentía una de esas chicas solas y tristes e interesantes que vivían historias de sexo vacío y lubricación.
sólo por salir de su rutina y sólo para volver a ella decidió leerlo tratando de averiguar cual de sus últimos amigos o amigas se lo había dejado en casa
era un libro de relatos, no estaba mal... tal vez se había vuelto, con la edad, una prejuiciosa, tal vez debería darle una oportunidad a la autora.

en el libro había frases subrayadas, páginas con esquinas dobladas

miró detenidamente esas páginas, pensando que tal vez leería entonces algo que a su dueño o dueña le llamó la atención.
se paró frente a uno de los relatos marcados con la sensación de estar ante algo enorme, algo que desvelaría quién se dejó el libro allí.
desdobló la esquina para eliminar rastros de su antiguo propietario y se dispuso a leer.

domingo, 17 de enero de 2010

tu amas los colores fríos, ella los colores
y mira debajo de las sábanas por si algún día apareces ahí, pegado a ella, escondido y callado entre el frío de la noche de enero
mira la puerta de tu cuarto entreabierta y sueña que la atraviesas y sueña que la atraviesa también
imagina el hueco de la cama caliente a tu lado
el rastro de sus pies descalzos en el suelo
y el tiempo imperecedero entonces en el camino de la puerta a tu cama
el crujir de las maderas bajo sus pies helados
y tu ojo atento, sereno y silencioso que observa fingiendo que duerme

tú adoras las tardes frías y ella, las tardes
la noche que se coló en tu cama tú dormías de verdad y ella que no sabía que era el sexo sabía que eso era distinto de cualquier otra sensación que hubiese vivido
ese partirse de ramas dentro del estómago
y tú, que roncas suave cuando duermes dejaste de hacerlo aún dormido
paraste un momento, como sintiéndote observado fuera del sueño
con esa sensación confusa de antes del sueño profundo, cuando a veces vienen las pesadillas

ella supo que eso era amor el día que te vio la primera vez entrando en esa casa aunque nunca nadie le había hablado de ello
y supo que estar en la cama contigo mientras dormías era distinto de dormir con las hijas de los amigos de sus padres
sabía que aquello era algo que estaba pasando y que solo ella estaba viviendo
hasta que tú empezaste a sentir el calor de otro cuerpo rozando tus dieciséis años de imprudencia.


tú prefieres el desayuno lento, los colores fríos y las tardes de invierno
ella prefiere el desayuno contigo y los colores y las tardes.
cambio suelas de zapato nostálgicas por huellas en la nieve

sábado, 16 de enero de 2010

ya en casa

ayer nos fuimos a benasque
las calles estaban llenas de nieve y de hielo y era difícil ir de un lugar a otro
íbamos vestidos con tantas capas que me duelen las piernas de caminar
mis botas se resbalaban continuamente en la acera
y hacía frío siempre
a menos dos grados hace frío siempre
(siempre que es a menos dos grados)

hoy despertamos con la calefacción tan alta que no podíamos respirar
y grabamos en nuestra cabeza imágenes preciosas de los tejados llenos de nieve

después, en cerler, vi la nieve bajo mis pies
a metros de mi, mientras el telesilla nos llevaba a lo alto
allí, entre gente que se caía y gente que esquiaba como si fuera lo más sencillo del mundo comimos, pensando que teníamos un concierto y que cualquier hora era posible estando tan alto, en un lugar tan blanco y luminoso


el concierto, bonito y abrigada.
con tres pantalones uno encima de otro y con el funeral sin vocalizar
eso sí
muy divertido el final
desde la nieve los ooh llegaban al mini escenario y el río detrás invitaba a quedarse un rato mirando la blancura

sábado, 9 de enero de 2010

jueves, 7 de enero de 2010

él detiene el tiempo cuando toca
y mi corazón

nunca pensé que el amor durara tan poco y llegara tan rápido, pero es así.
mi amor por él duró exactamente lo que aquella obra de Chopin, imperecedera en sus manos y sin embargo, muerta.

ni me acordaba de él, pero fue ponerse en el piano y venirme a la cabeza la sensación de hacía un año, cuando en ese mismo salón me dormí mientras todos celebraran la llegada de la navidad.
yo dormía, cansada en el sofá y como si fueran parte del sueño, las notas que liberaba iban entrando en mi conciencia hasta despertarme


me había olvidado por completo de ese amor, hasta que hace unos días, un año después de aquel despertar romántico, volví a verle.
por petición popular volvió al piano desafinado y viejo del salón de mi tío antonio.
allí, apoyada en el piano y sintiendo la vibración bajo mis brazos, volví a esas notas
y él, sin pretensión ni conciencia, volvió a robarme el corazón, exactamente, siete minutos exactos de mi existencia.

sábado, 2 de enero de 2010

me gusta la ventana de mi cuarto que da a la calle

una noche en la que no podía dormir me puse a mirar por la ventana que da a la calle
da a una gran avenida ruidosa y con tráfico de coches y personas y animales
serían las seis y cuarenta y ocho de la mañana
recuerdo ver a una persona paseando a un perro y por un momento pensé en lo terrible que tendría que ser estar a esas horas en la calle
luego imaginé que tal vez a esa mujer (era una mujer) lo único que le daba una alegría de vez en cuando era su perro y que por lo tanto aquel momento era uno de los mejores del día
al rato me fui a dormir y soñé con cantantes y conciertos, con besos y con hacer el amor en éxtasis

peter griffin dixit

- toma lois, ve a comprarte más dinero