bajó la ventanilla del coche y dejó que la noche entrara dentro.
abrió la puerta y sacó una bota, se la puso. La otra.
Sus botas rojas en la tierra clara apenas se veían.
Se levantó y se subió los pantalones.
- encuentras tu ropa? - dijo metiendo otra vez la cabeza dentro del coche.
él no contestó.
- hace buena noche. me gusta.
- sabes que hay lugares del mundo donde se ven tantas estrellas que lo que no se ve el cielo?
ella se quedó perpleja.
Revisó el interior del coche.
- espero no haberlo manchado.
- mañana lo sabré.
- ¿no serás de esos que luego se restriega por el asiento, no?
- sí.
Es adorable el texto, esa clase de momentos que los recuerdas y dices: 'aiis'. De nostalgia, felicidad y melancolía.
ResponderEliminarSaludos :)
Yo sí me he quedado perplejo, jajajajaja. Hay que echarle humor al asunto a estos días nublados. :D
ResponderEliminar¿¿Esto era lo que estabas anotando en tu cuaderno marrón en la copla??
ResponderEliminarHay naturalidad en tus palabras.
ResponderEliminarMe gusta.
P.
yo soy experta en distinguir botas rojas en la tierra clara, aunque sea de noche.
ResponderEliminarcosquillas
Qué porno :O
ResponderEliminar