miércoles, 7 de marzo de 2012

m en la s

serán las nueve
aquellas nueve que parecían las tres de la mañana
cinco días sin parar
en una sincronía perfecta, sin planificar
acabamos derrotados
la euforia
el trabajo
el caminar
las baldosas negras, las grises, las azules
sus ojos rasgados
la apariencia frágil y adolescente
su novio coreano
la habitación llena de serpientes...

esos días en los que trabajaba contigo
en la sombra
detrás
acababan con nuestra salud
pero tres días más tarde
nos tumbábamos
en la cama
y abandonábamos el día cuando todavía había luz en él.

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