sábado, 26 de septiembre de 2015

a c e p t o

ella me miró y me dijo que aquello me acabaría doliendo durante mucho tiempo como si yo no me hubiese dado cuenta desde el mismo momento en que empezó en el brazo izquierdo.
pero qué más podía hacer yo si ya habían decidido por mí.
te aseguro que yo no elegí ser ignorada, abandonada, herida.
yo no elegí estar en el banquillo.
yo intenté hablar, os aseguro que, joder, intenté hablar.
pero no puedo hacer más que asumir el puesto que me han dado, la profesión asignada, el rol impuesto, quedarme encerrada en el cuarto de atrás, olvidada en la caja del altillo, un fantasma de algo que niegan haber sido cierto.

6 comentarios:

  1. Qué bonitas haces las palabras y más si salen de ti. Genial.

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  2. Un fantasma de algo que niegan haber sido cierto. Y que te paseas como alma en pena, y fingen no verte, hasta el punto en que te planteas si de verdad existes, si de verdad importas.

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  4. Estimada Zahara, quería darte las gracias por tu música y la compañía que me hace mientras conduzco yendo a trabajar, porque consigues que llegue con una sonrisa a la oficina. Ir cantando en el coche debería ser obligatorio y estudiarse ya en las autoescuelas.

    pd: quiero pedir públicamente perdón al señor del peaje de la AP9 por todas las mañanas en las que le llegue con SANTA un poco alta, era inconscientemente por mi parte, pero ya su cara de pánico me hacía bajar el volumen.

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